Tener la cámara siempre lista para disparar es el primer truco para conseguir esa foto única. Esto es especialmente importante en los casos en que un segundo de retraso puede suponer perderse una foto impactante. Por ejemplo, si estás viendo una carrera en la que los corredores van a tardar unos pocos segundos en pasar por delante de ti, evita tener la cámara apagada. Algunos modelos tardan unos cuantos segundos en iniciarse y eso podría arruinar la ocasión.
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